Los desafíos no se acaban nunca. Las crisis se acabarán cuando nuestra respiración se termine, mientras tanto debemos enfrentar cada situación con la mejor actitud.
La vida moderna y el exceso de la información, con la continua aparición de nuevas tecnologías, es muy fácil sobrepasarnos con el estrés, estamos constantemente inundados y expuestos a la estimulación sensorial y artificial todo el tiempo, como es el celular, la televisión, computadora, etc. Y no le damos la oportunidad al cuerpo y a la mente, de darle esa capacidad que tiene para relajar y renovarse.
El estrés sin tratar se vuelve tu peor enemigo.
¿Qué significa el estrés sin tratar? Es aquel cuando reaccionamos ante alguien o algo y no tenemos el poder del autocontrol, intentamos controlar al otro o algo, en vez de controlarnos a nosotros mismos.
El tener que manejar un volumen de información importante, más el sentimiento de incertidumbre, hace que te sientas desbordada/o, adoptas comportamientos adictivos o compulsivos, te vuelves incapaz de pensar con claridad, o te sientes deprimido/a e impotente, perdiendo mucha energía y vitalidad.
Por lo tanto, perdemos energía vital que tenemos desde nuestro nacimiento y que anulamos con nuestras emociones y pensamientos negativos, entre otros hábitos destructores.
La vitalidad nos ayuda a elevar la consciencia, para poder disfrutar de los desafíos, y cambios que existen en nuestras vidas. Cuando obtienes habilidades básicas de supervivencia puedes recuperar las riendas de la propia vida.
Entonces, una de las claves para volver a la calma y mantener la vitalidad, no solo es importante motivarse, sino también poder relajarse, tanto física como mentalmente. Permitirte frenar para que se equilibre tu sistema con una relajación consciente.
Y esto te da la práctica de Kundalini Yoga, porque suele combinar varios factores: trabajo con el cuerpo que aumenta la fortaleza física, y técnicas concretas de respiración y meditación que fortalecen el sistema nervioso, estimulan las glándulas, agudizan la concentración y revitalizan el cuerpo a la vez que lo relaja. Ayuda a mantenerse en forma y entrena la mente haciéndola fuerte y flexible ante el estrés y los cambios.
En lugar de reaccionar ante algo (ego), actuamos con inteligencia para poder elevar la situación y servir a nuestra consciencia, te observas qué sentimientos tienes, por qué y para que te provoca esa situación, y ahí estás viéndote por dentro, conectado/a con tu esencia, el alma. EXPERIMENTA LA MEDITACIÓN: ALIVIA TÚ ESTRÉS
Cuando alcanzamos este estado de vitalidad, dejamos de estar atrapados en las intrigas mentales y emocionales que nos invaden con miedos y ansiedades, limitando nuestro actuar y pensamientos. Los desafíos no se acaban nunca. Las crisis se acabarán cuando nuestra respiración se termine, mientras tanto debemos enfrentar cada situación con la mejor actitud.