Escuchamos y hasta a veces lo sabemos, qué meditar puede ser muy beneficioso para la salud mental y emocional, sin embargo, a la mayoría les cuesta tomar la decisión de empezar o desarrollar una práctica constante.
Algunas razones comunes por las cuales te puede resultar difícil meditar es la Mente inquieta llena de pensamientos y preocupaciones constantes.
Piensas, que meditar no es para ti, porque tienes una mente hiperactiva. Y tomar la decisión de sentarte en silencio para tratar de calmarla, puede ser desafiante, sobre todo cuando hay tantos pensamientos que compiten por nuestra atención.
La falta de tiempo puede ser otro motivo que te impida cuidar tu mente. El estilo de vida moderno tiende a ser ocupado y agitado, sientes que no tienes suficiente tiempo para dedicarle a la meditación, y a menudo lo solucionas diciéndote “no tengo tiempo para estar sin hacer nada”.
¿No tienes tiempo o es una excusa?
La falta de tiempo que percibes limita tus pensamientos y la acción, incluso en la creación de un hábito de meditar regularmente.
También puedes tener expectativas poco realistas, sobre lo que deberías experimentar o lograr durante la meditación. Buscas soluciones rápidas o esperas resultados inmediatos, como una mente completamente tranquila o una sensación de éxtasis, y te desalientas cuando no alcanzas esos estados de inmediato.
MEDITAR TE AYUDA A TRANSITAR EL CAMBIO
La meditación implica desarrollar una nueva habilidad y establecer un nuevo hábito. En algún momento puedes sentir la resistencia al cambio, y te resulta difícil salir de tu rutina o zona de confort. Esto puede generar resistencia interna o procrastinación.
Puedes descubrir varias formas de meditar, pero no todas son las indicadas para tu cambio. Como también puede suceder, que no te encuentres con una instrucción adecuada de cómo meditar correctamente, o comiences a experimentarla sin un guía, obteniendo un resultado confuso o incluso desmotivador.
Por eso, empezar a conectarte con tu respiración y profundizarla, para que poco a poco, puedas sentir la neutralidad de tu mente y tú esencia verdadera, es importante un guía con trayectoria y experiencia propia.
Y como te comenté antes sobre tus expectativas, también puede surgirte la impaciencia, ya que al vivir en una sociedad que valora la gratificación instantánea, y la meditación es una práctica que requiere paciencia y perseverancia, se necesita voluntad y decisión propia para sostener el “yo puedo”, y sortear la posibilidad de perder el interés o la motivación si no obtienes resultados rápidos.
Es importante tener en cuenta que la meditación es una habilidad que se desarrolla con la práctica regular. Superar estos desafíos comunes requiere compromiso, paciencia y aceptación de que la meditación no siempre será perfecta. Con el tiempo, muchos encuentran que los beneficios de la meditación superan con creces las dificultades y retos que presenta la vida.
